¿Qué tan jodido estuviste durante el Período Especial en Cuba?

Robaste comida nivel “Avestruz del zoológico”.

Comiste conscientemente alguna de estas cosas: gato, perro, gorrión, verdolagas, dulce de coco de col, agua de azúcar, pasta de dientes, “metralla” (picadillo de cáscara de plátanos).

Comiste, engañado claro, bistec de colcha de trapear o pizzas con preservativos derretidos en lugar de queso.

Freíste huevos y/o papas con agua.

Cocinaste con leña y no precisamente porque así quedaba más rico el congrí.

Criaste puercos o pollos en sitios extremos como una bañadera, el balcón del quinto piso, o dentro de un tanque en la azotea.

Viste explotar una croqueta “napalm” en la sartén de tu casa.

Te contagiaste en algún brote local de escabiosis (sarna), pediculosis (piojos), micosis (hongos), y otras desagradables picazones.

Te bañaste con jabón mantecoso hecho por el ingenioso del barrio, y sentiste ardor en tus partes más sensibles

Te bañaste con un trozo de algodón untado en alcohol, e igual sentiste ardor en tus partes más sensibles

Te bañaste con agua sola sin ser ecologista intransigente

Una vez tuviste jabón, te entraron ganas de morderlo, y lo mordiste

Lavaste tus dientes sin usar pasta dental, o sustituyéndola por sal, cenizas, etc

Usaste zapatos “Kikos plásticos” y puedes recordar el color de tu carne viva bajo las ampollas del pie

Usaste zapatos de tela con suelas de recámaras de tractor, y quizás tengas algún que otro dedito partido.

Se te caía continuamente la ropa interior mientras corrías

Te tocó dejar el carro en el garaje y meterle mano a la bicicleta

Ya dentro del camello sentiste impulsos de gritar y repartir piñazos en todas direcciones con los ojos cerrados, por culpa del calor y la opresión

Intentaste una salida ilegal del país, por mar, en balsa